Película...

sábado, 7 de agosto de 2010

 

Cada abrazo que te di esa mañana no era por lo que había pasado en la noche; cada abrazo eran las palabras que no me atrevía a decirte.

Con cada beso esperaba que despertaras y te dieras cuenta lo que pasaba por mi mente, lo que pasaba en mi corazón; que todo el cansancio estuviera en segundo plano y me entendieras.

Pero nada pasó, sólo dormías y el tiempo hizo que mis nervios colapsaran y vomitara todo lo que quería decirte... mala cosa, ahora no sé qué piensas de mí y la vergüenza se apodera más de mí.

¿Qué debería hacer ahora? Aún te espera esa película que jamás empezamos a ver...

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