Metáforas

domingo, 19 de agosto de 2007

 

La puerta está abierta, pero la ventana cerrada, la luz está apagada.
Cuando se prenda la luz se hará aún dificultoso ver por la ventana, pues está empañada, hay que limpiarla.
Si no se quiere prender la luz, a oscuras (con miedo) se limpia y se ve lo que hay al otro lado.
Si tú estás del otro lado, debes limpiarla para que te vean, pero si no quieres que te vean nunca se limpiará.
Si no se limpia la ventana, se debe abrir y ver reducidamente lo que ella ocultaba.
Si la puerta y la ventana están cerradas y la llave de ambas se ha perdido, claustrofóbicamente se hallará la manera de salir de ahí.
Cuidado al prender la luz, porque si tus ojos no están listos puedes quedar ciego.
Contenido hace mucho, sólo una fracción no ha provocado reacción, la solución existe cuando interactúan el soluto y el solvente (miedo a lo desconocido).
Tan poco dicho, pero tanto comunicado.
Tres, dos, una o simplemente sin palabras nos podemos entender.
Qué extraño, pero que agradable, muy agradable.
El viento es sincero, verdadero, pero aún así prefiero el agua.
Entre el negro y el azul está el rojo, pero si se voltea no hay nada que intervenga.
Azul... Ambos... Negro... Separados... Todos... Ninguno...
Ninguno, sino uno; uno con todos, porque si faltara alguno ya no sería el mismo uno.
Inconexos, mas muy relacionados entre si y con el resto.
Siempre se piensa en lo que todos pensaron que debería ser, por muy subjetivo que sea.
Las palabras le encajan a muchas personas, porque todos tenemos algo de todos.
De nada serviría que uno prenda la luz si el otro no quiere limpiar la ventana...

0 confesión (es):